El Castillo Errante de Howl – Capitulo 6
Yay, por fin después de mucho, mucho esperar aquí les traigo el capitulo 6..!!! les prometo que el 7 no se tardara tanto.. espero que lo disfruten mucho y pues.. que sigan leyendo..!!
Para los que apenas se unen a la lectura aquí están los enlaces para los capítulos anteriores..!! ;)
CAPITULO 6: En el cual Howl expresa sus sentimientos con baba verde.
Howl no salió ese día ni los días siguientes, Sophie se quedó sentada tranquila en la silla junto a la chimenea, manteniendose fuera de su camino y pensando. Se dio cuenta que por mas que Howl lo mereciera, se había desquitado con el castillo cuando en realidad estaba molesta con la bruja de Waste, también estaba un poco preocupada por la idea de que estaba allí con falsas intenciones. Howl podía pensar que le agradaba a Calcifer, pero Sophie sabía que la única razón por la que la había aceptado era por haber hecho ese contrato con ella. Sophie pensaba que había decepcionado a Calcifer.
Este estado mental no duró mucho, Sophie descubrió una pila de ropa de Michael que necesitaban remiendos, saco el dedal, las tijeras e hilo de su bolsillo de costura y se puso a trabajar. Para la tarde estaba ya de humor suficiente para acompañar a Calcifer en su tonta cancioncita acerca de sartenes.
“¿Feliz en tu trabajo?” dijo Howl sarcásticamente.
“Necesito mas cosas que hacer” respondió Sophie.
“Mi traje viejo necesita remiendos si es que necesitas sentirte ocupada” dijo Howl
Esto parecía significar que Howl ya no estaba enojado, Sophie se sintió aliviada, había estado un poco asustada esa mañana.
Estaba claro que Howl no había logrado atrapar a la chica que perseguía, Sophie escuchaba a Michael haciendo obvias preguntas al respecto y Howl logro no contestar casi ninguna. “Es un especialista en escaparse”, Sophie le murmuró a un par de calcetines de Michael. “No puede enfrentarse a su propia maldad”. Observaba a Howl que se mantenía ocupado sin descanso con el propósito de ocultar su descontento, eso era algo que Sophie entendía bastante bien.
En la mesa de trabajo Howl trabajaba muchísimo mas rápido que Michael, armando hechizos en una manera experta pero descuidada. Por la expresión en el rostro de Michael la mayoría de los hechizos eran tanto inusuales como difíciles de hacer. Sin embargo Howl dejaba un hechizo a la mitad y corría a su cuarto para buscar algo escondido (y sin duda siniestro), subía y no mucho después corría al patio a juguetear con un gran hechizo allí afuera. Sophie abrió la puerta y se sorprendió bastante al encontrar al elegante mago arrodillado en el lodo con sus largas mangas atadas juntas detrás de su cuello para mantenerlas fuera del camino mientras movía una maraña de metal grasiento dentro de una estructura especial.
Ese hechizo era para el Rey, otro bien vestido y perfumado mensajero había llegado con una carta y un muy muy largo discurso en el cual preguntaba si Howl podría dedicar un poco de tiempo, sin duda valiosamente utilizado en otras cosas, para prestar su poderosa e ingeniosa mente a un pequeño problema de su Real Majestad, en el cual debía lograr que su ejercito pudiera llevar sus pesados vagones a través de pantanos y terreno desigual. Howl fue maravillosamente educado y con una respuesta larguísima le dijo que no, pero el mensajero habló por media hora mas y al final de su discurso ambos se hicieron reverencias y Howl acepto a hacer el hechizo.
“Esto es un poco siniestro”, le dijo Howl a Michael cuando el mensajero se hubo marchado. “¿Para que se tenía que perder Suliman en el Waste?, El Rey parece pensar que yo iré en su lugar”.
“El no era tan inventivo como tu, en todos los aspectos”, dijo Michael.
“Soy demasiado paciente y educado” dijo Howl tristemente. “Debía haberle cobrado aún mas”.
Howl era igual de educado y paciente con los clientes de Porthaven, pero como Michael señaló ansiosamente, el problema era que Howl no le cobraba a estas personas lo suficiente. Ésto sucedió después de que Howl escuchó durante una hora las razones de porque la esposa de un marinero no podía pagarle ni un penique aún, y después le prometió a un capitán un hechizo de viento por casi nada, Howl eludió los reclamos de Michael dándole una lección de magia.
Sophie cosía botones en las camisas de Michael y escuchaba a Howl revisando un hechizo con Michael. “Yo se que soy descuidado” le decía, “Pero no hay necesidad para que tu me copies. Siempre léelo completo con atención primero, la configuración de este te puede decir muchas cosas: si se arma solo, o se descubre solo, o es un simple encantamiento, o se mezclan acción y dialogo. Cuando hayas decidido eso, léelo de nuevo y decide cual pedazo dice lo que quiere decir y cual pedazo esta escrito como un acertijo, estás comenzando a hacer encantamientos mas poderosos ahora, encontraras que todos los hechizos de poder tienen al menos un error a propósito o algún misterio para evitar accidentes, tienes que identificarlos. Ahora toma este hechizo..”
Escuchando a Michael respondiendo vacilante las preguntas de Howl y a Howl garabateando observaciones en el papel con un extraño bolígrafo de tinta eterna, Sophie se dio cuenta de que podría aprender un montón también, cayó en cuenta que si Martha había podido descubrir el hechizo para cambiarse con Lettie en casa de la Señora Fairfax, entonces ella debería ser capaz de hacer lo mismo aquí. Con un poco de suerte no habría necesidad de depender de Calcifer.
Cuando Howl estuvo convencido de que Michael había olvidado todo acerca de lo poco que le cobraba a la gente en Porthaven, lo llevó con el al patio para que lo ayudara con el hechizo del Rey. Sophie se levantó y fue cojeando hasta la mesa de trabajo, el hechizo estaba bastante claro, pero las observaciones de Howl la desafiaban. “¡Nunca había visto tal escritura!”, le gruño al esqueleto humano. “¿Usa un bolígrafo o un atizador?”. Buscó ansiosamente entre todos los trozos de papel en la mesa y examinó los polvos y líquidos de los envases retorcidos. “si, lo admitiré”, le dijo al esqueleto. “Ando curioseando, y tengo una buena recompensa, puedo averiguar como curar la gripe aviar y abatir la tos ferina, levantar un viento y arrancar el cabello de la cara. Si Martha hubiera encontrado a esta gente aún estaría donde la Señora Fairfax”.
A Sophie le parecía que Howl había ido a revisar todas las cosas que ella había movido cuando regresó del patio, pero al parecer solo era agitación, parecía no saber que hacer consigo mismo después de eso. Sophie lo escuchó subir y bajar deambulando casi toda la noche. La mañana siguiente solo pasó una hora en el baño, parecía no poderse contener mientras Michael se ponía su mejor traje color ciruela , listo para ir al palacio en Kingsbury, los dos envolvieron el voluminoso hechizo en papel dorado. El hechizo debía ser bastante ligero, ya que Michael podía cargarlo por si solo fácilmente. Howl colocó el pomo de la puerta en rojo y le abrió la puerta para que saliera a la calle entre las casas pintadas.
“Lo están esperando”, dijo Howl. “Deberías esperar solo casi toda la mañana. Diles que hasta un niño puede hacerlo funcionar, enséñales como. Cuando regreses te tendré un hechizo de poder para que trabajes en el. Hasta Luego”
Cerró la puerta y se puso de nuevo a deambular por el cuarto. “Me pican los pies” dijo de pronto. “Iré a caminar por las colinas, dile a Michael que el hechizo que le prometí esta en la mesa, y esto es para ti, para que te mantengas ocupada”.
Sophie encontró un traje gris y escarlata tan elegante como el azul y plateado en su regazo salido de la nada. Howl, mientras tanto recogió su guitarra de la esquina, colocó el pomo de la puerta en verde y salió hacia las colinas por encima de Market Chipping.
“¡Sus pies le pican!” gruñó Calcifer. Había una pesada neblina en Porthaven. Calcifer estaba agachado en sus troncos, moviendose inquietamente de lado a lado para evitar las goteras en la chimenea. “¿Cómo cree que me siento yo atrapado en esta empapada cueva?”
“Entonces tendrás que darme al menos una pista de como romper tu contrato”, dijo Sophie sacudiendo el traje gris y escarlata. “Dios mio, eres un traje fino, incluso aunque estés un poco usado. ¿Hecho para enamorar a las chicas no?”
“¡Ya te dí una pista!” dijo Calcifer.
“Pues tendrás que dármela de nuevo, no la capte”. Dijo Sophie mientras dejaba el traje a un lado y cojeaba hacía la puerta.
“Si te doy una pista y te digo que es una pista, sería darte información y no tengo permitido hacer eso”, dijo Calcifer “¿A donde vas?”.
“A hacer algo que no me atrevía a hacer hasta que se hubieran ido los dos”, dijo Sophie. Le dio vuelta al pomo hasta colocarlo en la marca negra y abrió la puerta.
No había nada afuera. No era negro ni blanco, ni gris, no era denso ni transparente, no se movía, no tenía olor ni se sentía. Cuando Sophie colocó un cauteloso dedo afuera, no era ni frío ni caliente. No se sentía como nada. Parecía ser definitiva y completamente nada.
“¿Qué es esto?”, le preguntó a Calcifer.
Calcifer estaba tan interesado como Sophie, su cara azul estaba inclinada hacía afuera de la chimenea para ver la puerta. Había olvidado la niebla. “No lo se” susurró. “Solo la mantengo, todo lo que se es que está en la parte del castillo por donde nadie puede caminar alrededor. Se siente bastante lejos”.
“¡Se siente mas allá de la luna!” dijo Sophie, cerró la puerta y colocó el pomo en verde nuevamente, dudó un momento y después comenzó a cojear hacía las escaleras.
“Lo cerró”, dijo Calcifer, “Me dijo que te dijera por si intentabas curiosear de nuevo”.
“Oh”, dijo Sophie “¿Qué tiene allá arriba?”
“No tengo idea”, dijo Calcifer. “No se nada de allá arriba. ¡Si tan solo supieras que frustrante es!, no puedo ni siquiera ver fuera del castillo, solo lo suficiente para saber hacía donde voy”.
Sophie sintiéndose igual de frustrada, se sentó y comenzó a enmendar el traje gris, Michael regresó bastante pronto después de eso.
“El Rey me vio enseguida”, dijo. “El..”, miró alrededor, sus ojos fueron hacia la esquina vacía donde la guitarra normalmente estaba. “¡Oh no!” dijo. “¡No la dama de nuevo!, pensé que ya se había enamorado de el y todo había acabado hace días. ¿Qué la está deteniendo?”.
Calcifer siseo macabramente, “Estas malinterpretando las señales, el descorazonado de Howl encuentra a esta muchacha bastante difícil, decidió dejarla sola unos cuantos días a ver si eso ayudaba. Eso es todo”
“¡Que molesto!”, dijo Michael. “Esto nos va a traer problemas, y yo que estaba pensando que Howl se había vuelto sensible de nuevo”.
Sophie azotó el traje en sus rodillas. “¡Realmente!”, dijo. “¿Cómo pueden hablar así de tal maldad?, al menos supongo que no puedo culpar a Calcifer, después de todo es un demonio malvado, ¡Pero tu Michael!..”
“¡Yo no me considero malvado!” protestó Calcifer.
“Y yo no estoy calmado al respecto si eso es lo que crees”, dijo Michael. “¡Si supieras los problemas que hemos tenido porque Howl sigue enamorándose de esta manera!. Hemos enfrentado demandas, duelos con espadas, y madres con rodillos, y padres y tíos y tías. Las tías son terribles te persiguen con alfileres. Pero lo peor es cuando la misma chica logra encontrar donde vive Howl y se aparece en la puerta llorando y miserable, Howl huye por la puerta de atrás y Calcifer y yo tenemos que lidiar con todas ellas”.
“Odio a las infelices” dijo Calcifer. “Me gotean encima, prefiero que estén molestas”.
“Ahora explíquenme algo”, dijo Sophie apretando entre sus puños un poco de seda roja. “¿Qué les hace Howl a estás pobres muchachas?. Me habían dicho que les come el corazón y les arrancaba el alma”
Michael se rió incomodo. “Entonces tu has de venir de Market Chipping. Howl me envió para allá para ensuciar su nombre cuando llegamos el primer día. Yo.. ehm.. yo dije esas cosas, es lo que las tías normalmente dicen. Es verdad de alguna forma”.
“Howl es muy inconstante” dijo Calcifer. “Solo esta interesado hasta que la chica se enamora, luego ya no se molesta con ella”
“Pero no puede descansar hasta que logra que la chica lo ame”, dijo Michael con impaciencia. “No puedes lograr que sea coherente hasta que lo ha logrado. Siempre espero con ansias el momento en que la chica se enamora de el, las cosas mejoran”.
“Hasta que lo localizan” dijo Calcifer.
“Uno pensaría que tendría el sentido común de dar un nombre falso”, dijo Sophie con desprecio. El desprecio era para esconder el hecho de que se estaba sintiendo tonta de alguna forma.
“Oh, siempre lo hace” dijo Michael. “Adora decir nombres falsos y actuar las cosas. Lo hace aún cuando no se trata de enamorar chicas. ¿No has notado que es ‘Hechicero Jenkins’ en Porthaven y ‘Mago Pendagron’ en Kingsbury así como el horrible Howl en el castillo?”.
Sophie no se había dado cuenta, lo cual la hizo sentir mas tonta todavía y sentirse tonta la hacía enojar. “Bueno, aún pienso que es malvado ir por ahí haciendo infelices a las pobres chicas” dijo. “Es descorazonado y sin sentido”.
“El está hecho de esa forma” dijo Calcifer.
Michael acercó un banco de tres patas hacía el fuego y se sentó mientras Sophie cosía, le decía de las conquistas de Howl y algunos de los problemas que habían tenido luego. Sophie le murmuraba al traje, aún se sentía bastante tonta. “¿así que has comido corazones no traje? ¿Por qué las tías hablan tan extraño cuando se trata de sus sobrinas?. Probablemente te deseaban para ellas mi buen traje. ¿Cómo te sentirías con una tía furiosa detrás de ti eh?”. Mientras Michael le contaba la historia de una tía en particular, se le ocurrió a Sophie que lo rumores de Howl habían llegado a Markert Chipping en esas exactas palabras. Podía imaginarse a una chica tan temperamental como Lettie llegando a estar muy interesada en Howl y terminando muy infeliz.
Michael acababa de sugerir almorzar y Calcifer como siempre había gruñido cuando Howl abrío la puerta y entró mas descontento que nunca.
“¿Algo para comer?” preguntó Sophie.
“No” dijo Howl. “Agua caliente en el baño Calcifer”. Se detuvo en la puerta del baño de mal humor “Sophie, ¿Por casualidad has arreglado este estante de hechizos?”
Sophie se sintió mas tonta que nunca, nada la hubiera poseído para admitir que había revisado todos los paquetes y frascos buscando piezas de chicas. “No he tocado nada” respondió virtuosamente mientras buscaba el sartén”
“Espero que no lo hayas hecho” le dijo Michael nervioso mientras la puerta del baño se cerraba.
Se escuchaban ruidos viniendo del baño mientras Sophie preparaba el almuerzo. “Está usando un montón de agua caliente” dijo Calcifer debajo del sartén. “Creo que se esta tiñendo el cabello. Espero que no hayas tocado sus hechizos del cabello, para un simple hombre con cabello del color del lodo es terriblemente vanidoso con su aspecto”.
“¡Oh cállate!” gritó Sophie. “Puse todo exactamente en el sitio en que lo encontré”. Estaba tan molesta que vacío el sarten lleno de huevos y tocino encima de Calcifer.
Calcifer, por supuesto se los comió con gran entusiasmo. Sophie frió mas y ella y Michael se los comieron. Estaban limpiando y Calcifer se estaba relamiendo cuando la puerta del baño se abrió de un golpe y Howl salio disparado llorando desesperado.
“¡Mira esto!” gritó. “¡MIRA esto!. ¿Qué le ha hecho esta mujer con fuerza de caos a estos hechizos?”
Sophie y Michael se voltearon y vieron a Howl, su cabello estaba mojado pero aparte de eso ninguno de los dos podía notar ninguna diferencia.
“Si te refieres a mi..” Comenzó a decir Sophie.
“¡Si me refiero a ti!..¡Mira!” chilló Howl. se sentó de golpe en el banco de tres patas y señaló con su dedo hacia su cabeza mojada. “Mira, inspecciona, ¡Mi cabello está arruinado!, ¡Parezco un sarten de huevos y tocino!”
Michael y Sophie se inclinaron nerviosamente sobre la cabeza de Howl, parecía ser del mismo color rubio en las raíces, la única diferencia podría ser un ligero, muy ligero tono rojizo. Sophie lo encontró bastante agradable, le recordaba un poco el color de su propio cabello.
“Yo creo que es muy bonito” dijo.
“¡Bonito!” gritó Howl. “¡Claro que te parece bonito!, si lo hiciste a propósito, no podías descansar hasta hacerme miserable también. Míralo ¡Es Pelirrojo!, ¡tendré que ocultarlo hasta que se haya caído!”. Abrió sus brazos apasionadamente. “¡Desesperanza!” gritó. “¡Angustia!, ¡Horror!”.
El cuarto se oscureció, enormes y nebulosas sombras con forma de hombre se crearon en las cuatro esquinas y avanzaron sobre Sophie y Michael aullando mientras avanzaban. Los aullidos comenzaron como gemidos de terror y fueron convirtiéndose en gritos de desesperación, dolor y terror. Sophie presionó sus manos contra los oídos, pero los gritos pasaban entre sus manos, cada vez mas y mas fuertes, mas horribles a cada segundo. Calcifer se encogió dentro de la chimenea y buscó la forma de esconderse en el tronco mas bajo, Michael tomó a Sophie por un brazo y la arrastró hacia la puerta, giró el pomo hacia el lado azul y pateó la puerta para que se abriera y logro sacarlos hacia la calle en Porthaven tan rápido como pudo.
El ruido era casi tan horrible ahí afuera, había puertas abriéndose por todo el camino y personas corriendo por todos lados tapándose los oídos.
“¿Deberíamos dejarlo solo en ese estado?” dudo Sophie.
“Si” dijo Michael. “Si el piensa que es tu culpa, entonces definitivamente si”.
Corrieron por el pueblo, seguidos de los insoportables gritos, bastante gente vino con ellos. A pesar que la niebla se había convertido en una llovizna marina, todo el mundo se dirigía hacia el puerto o la arena donde el ruido parecía ser mas soportable, el vasto mar parecía tragárselo un poco. Todos se quedaron ahí parados en un grupo empapado, viendo hacia el blanco horizonte y las velas chorreantes en los barcos amarrados mientras el ruido se volvía un gigantesco, descorazonador lamento. Sophie se dio cuenta que estaba viendo el océano de cerca por primera vez en su vida, era una lastima que no pudiera disfrutarlo mas.
Los sollozos se redujeron a miserables suspiros y después hubo silencio. La gente comenzó a volver cuidadosamente al pueblo, algunos se acercaban tímidamente a Sophie.
“¿Le ocurrió algo malo al pobre hechicero Señora Bruja?”
“Esta un poco infeliz hoy” decía Michael. “Vamos, creo que ya podemos arriesgarnos a regresar”.
Mientras avanzaban por la calle empedrada, algunos marineros preguntaban ansiosamente desde sus barcos amarrados si el ruido significaba tormenta o mala suerte.
“En lo absoluto” respondió Sophie. “Ya todo acabo”.
Pero no era cierto, regresaron a la casa del mago, la cual era un edificio ordinario un poco torcido que Sophie no hubiera podido reconocer de no haber estado con Michael. Abrieron la puerta con cuidado, dentro Howl estaba aún sentado en el banco en una posición de simple desesperación y estaba todo cubierto en baba verde pegostosa.
Había horrendas, dramáticas, violentas cantidades de baba verde, cubría a Howl completamente, cayendo de su cabeza y hombros pegostosamente, amontonándose en sus rodillas y manos, goteando por montones de sus rodillas y derramándose del banco en tiras pegostosas. Habían pozos y charcos en casi todo el piso, largos dedos habían logrado colarse en la chimenea, olía espantoso.
“¡Salvenme!” gritó Calcifer, se había consumido hasta solo ser dos pequeñas y parpadeantes llamas. “¡Esta cosa me va a apagar!”.
Sophie se recogió su falda y fue lo mas cerca que pudo de Howl, que no era muy cerca. “¡Detente!” dijo, “¡Detente ahora mismo!, ¡Te estás comportando como un bebé!”.
Howl no se movió ni respondió, su rostro se veía por debajo de la baba blanco y trágico con los ojos muy abierto.
“¿Qué debemos hacer?, ¿Está muerto?” Preguntó Michael desde la puerta.
Sophie pensó que Michael era un buen chico, aunque un poco inútil en las crisis. “No, claro que no está muerto” dijo. “Y si no fuera por Calcifer lo dejaría comportarse como una anguila gelatinosa todo el día ¡Con lo poco que me importa!. Abre la puerta del baño”.
Mientras Michael intentaba llegar al baño, Sophie lanzó su delantal en la chimenea para evitar que mas baba llegara cerca de Calcifer tomó la pala, lanzó grandes cantidades de ceniza en los pozos mas grandes de baba, el cuarto se llenó de vapor y olía peor que nunca. Sophie se recogió las mangas, tomó a Howl y lo empujó con todo y banco hacía el baño, se resbalaba por la baba pero claro, lo baboso del piso hacía que el banco se moviera mas fácilmente. Michael la ayudó halando a Howl por una de sus babosas mangas, juntos lo arrastraron hasta el baño, allí ya que Howl aún se negaba a moverse lo metieron bajo la ducha.
“Agua caliente Calcifer” gritó Sophie. “Muy Caliente”.
Les llevó una hora quitarle toda la baba a Howl, a Michael le llevó otra hora convencer a Howl de que se levantara del banco y se pusiera ropa seca. Por suerte el traje gris y rojo que Sophie acababa de enmendar estaba en el respaldo de su silla y no se había llenado de baba, el traje azul sin embargo estaba arruinado, Sophie le dijo a Michael que lo colocara en la bañera para remojarlo. Mientras tanto, volteó el pomo de la puerta hacia el lado verde y barrió toda la baba hacía las colinas.
El castillo dejaba un rastro baboso como si fuera un caracol. pero era una manera fácil de deshacerse de la baba, Sophie pensó que había algunas ventajas en vivir en un castillo errante. Se preguntaba si los ruidos y lamentos de Howl se habían escuchado en ese lado también, si ese era el caso sentía lastima por la pobre gente de Market Chipping.
Sophie estaba cansada y molesta, sabía que la baba verde era la venganza de Howl contra ella, y no estaba preparada para ser condescendiente cuando Michael logró guiar a Howl fuera del baño vestido en gris y rojo y lo sentó tiernamente en la silla junto a la chimenea.
“Eso fue simplemente estúpido”, dijo Calcifer, “¿Estabas tratando de deshacerte de la mejor parte de tu magia o algo por el estilo?”.
Howl no se movió, solo se sentó allí luciendo trágico y temblando.
“¡No puedo hacer que hable!” susurró Michael miserablemente.
“Es solo un berrinche”, dijo Sophie, Martha y Lettie también eran buenas en hacer berrinches, ella sabía como lidiar con esos. Por el otro lado, es bastante riesgoso nalguear a un Mago por ponerse histérico acerca de su cabello, de todas formas Sophie sabía que los berrinches raramente eran acerca de lo que parecía que eran. Hizo que Calcifer se moviera para poder colocar una olla con leche a calentar, cuando estaba tibia le dio a Howl una taza llena. “Bebe esto” le dijo. “Ahora dime, ¿Por qué hiciste tanto alboroto?, ¿es por la chica que sigues yendo a ver?”.
Howl bebió un sorbo de leche. “Si” dijo. “La deje sola unos días a ver si eso la hacía extrañarme, pero no lo ha hecho. No estaba segura aún la ultima vez que la vi, y ahora me dice que hay otro hombre”.
Sonaba tan miserable que Sophie hasta sintió lastima por el, ahora que su cabello estaba seco se dio cuenta culpablemente que era casi rosado.
“Es la chica mas hermosa que nunca había visto en estos parajes”, Howl siguió hablando afligidamente. “La quiero tanto, pero ella desdeña mi gran devoción y siente lastima por otro hombre. ¿Cómo puede pensar en otro hombre después de toda la atención que le he dado?, normalmente se deshacen de los otros hombres apenas llego a sus vidas”.
La simpatía de Sophie disminuyó considerablemente, se le ocurrió que si Howl podía cubrirse de baba tan fácilmente, entonces podría igual de fácil teñir su cabello del color apropiado. “¿Entonces por que no le das a la chica una poción de amor y acabas con esto?”, le preguntó.
“Oh no”, dijo Howl, “Eso arruinaría el juego, lo haría menos divertido”.
La simpatía de Sophie disminuyó de nuevo, ¿Con que solo era un juego?. “¿Que acaso nunca piensas en la pobre chica?”. preguntó molesta.
Howl terminó la leche y miró hacia la taza con una sonrisa sentimental. “Pienso en ella todo el tiempo” dijo, “Encantadora Lettie Hatter”.
La simpatía de Sophie desapareció del todo de un golpe y fue sustituida por un montón de ansiedad. ¡Oh Martha! pensó, ¡has estado ocupada, entonces no era nadie de Cesari de quien me hablabas!
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